Capítulo 14

(Skylar)

Tom físicamente estaba haciendo que lo deseara de verdad. Ya entendía porque lo llamaban el DIOS DEL SEXO, el hombre era todo un experto en esto. Jamás me había sentido tan mujer como ahora mismo.

Su rostro denotaba placer cada vez que embocaba su genital. Cuando empecé a hacerlo más rápido, se excitó tanto que terminó dando un fuerte gemido y no quería que me detuviera. Yo podría practicarle oral todo el día si él quisiera pero quería ese juguete suyo dentro de mí.  Me detuve y entonces mi pareja se volteó para dejarme contra la cama y con las piernas abiertas. Introdujo lentamente su sexo en el mío por lo que sentí algo de dolor. Él lo tenía muy grande. Abrió un poco más mis piernas y ahora me penetraba un poco más rápido, lentamente iba acelerando y nuestra respiración se agitaba.  Mis gemidos ahora eran mucho más rápidos y bulliciosos. El me miraba con aquella sonrisa angelical pero llena de placer.

No entendía que era lo que pasaba conmigo en ese momento, realmente lo estaba disfrutando pero no era porque estuviera teniendo sexo con él, sino porque de verdad quería tenerlo. Empezó crecer en mí un deseo que iba mucho más allá de lo pasional.

-       Skylar creo que te quiero – dijo mientras me penetraba más rápido – un poco más – al parecer ya estábamos por llegar al orgasmo

-       ¡Oh Tom! – gemí y mordí la almohada, entonces él se rió - ¡Dale! ¡Sigue!

-       Cómo tú quieras hermosa

Parecía toda una maquina de excitación. Repentinamente di un último gemido que pudo haberse escuchado hasta mi casa y el terminó vaciándose en mí. Tom cayó a mi costado. Ambos suspiramos y nos quedamos observando el techo.

-       Quisiera quedarme toda la mañana contigo preciosa – dijo y me tomó de la mano

De haber sido cualquier día de sexo, me hubiera apresurado a soltarme y a decirle que solo estaba jugando con él, pero no quise hacerlo.

-       Yo también – dije y me recosté sobre su pecho. El me tomó en sus brazos y besó mi frente tiernamente. Yo por mi parte nos cubrí con la sabana y como una niña indefensa apoyé mi cabeza en su musculoso pecho y también lo abracé – quédate conmigo siempre – ni siquiera supe por qué había dicho eso. ¿Sería posible que el empezara a gustarme de verdad?

-       Siempre que tu lo quieras así – movió un mechón de mi cabello que cubría mi rostro y sentí sus sofocante mano – debemos decirles la verdad – no quise mirarlo a los ojos y me quedé recostada – si queremos que esto vaya en serio, entonces debemos hablar con ellos – suponía que se refería a mi hermana y al suyo

¿Era posible que yo también deseara eso? ¿Olvidar la venganza y solo dejarme amar por él? ¿Tom me estaba tomando enserio?... Tenía tantas preguntas rondándome la cabeza que solo hacían confundirme más.

(Bill)

Andy y yo estábamos preocupados porque ya había amanecido y tanto mi hermano mayor como la de ella no daban señales de vida. Mil ideas pasaban por mi cabeza pero no podía pensar en esas estupideces. ¡Oh Dios! Tom es mi hermano, mi gemelo, es mi mitad… él no podía traicionarme de esa manera y tampoco a su enamorada. Quizás solo estaba alucinando porque me preocupaba lo que ella podía estar diciéndole a mi hermano.

Andy también se quedó conmigo pero durmió en el cuarto de mi hermano. No quiso dejarme ya que realmente me sentía muy mal. Andy era una excelente persona, ahora entendía por qué Tom se había fijado en ella. Era una chica especial.

En estos últimos días que pude conocer mejor a mi cuñada, logré convencerme de que era una chica que valía la pena. Estaba muy feliz de que una chica como ella fuera pareja de mi hermano. Quizás y ella le hacía sentar cabeza a Tom acerca de que el placer no lo es todo en la vida.

-       ¡Llegué Bill! – de pronto mi hermano cruzó la puerta principal. Tenía una enorme sonrisa en el rostro

-       ¿Qué pasó? – le pregunté - ¿Por qué tardaste tanto en hablar con ella? ¿Por qué estás tan contento? – lo miré sospechosamente

-       Hasta que por fin te dignas a aparecer… ¿Se puede saber por qué tardaste tanto? – le preguntó Andy poniéndose celosa - ¿Por qué vienes tan feliz?

-       Estoy feliz porque… porque… porque mamá me llamó esta mañana y dijo que es muy posible que me regale el auto que tanto quiero para nuestro cumpleaños

-       ¡Que me importa eso!... ¿Qué te dijo Sky? – ahora si me mostraba desesperado

-       ¡Lo siento Bill! – puso su mano sobre mi hombro – estuvimos conversando casi toda la noche. Incluso ella se puso muy mal y empezó a tomar porque dijo que se sentía muy mal de haberte ilusionado. Nunca fue su intención que tú llegaras a enamorarte de ella. Sky solo siente un gran aprecio hacia ti. – en ese momento sentí como si aplastaran fuertemente mi corazón – yo me demoré porque no quise dejarla en ese estado así que esperé a que se durmiera, luego conduje de regreso pero estaba tan cansado que estacioné el auto y me quedé a dormir en un hotel

Andy seguía examinándolo con la mirada, como si no le creyera absolutamente nada de lo que mi hermano le decía. Yo por supuesto si lo hice.

-       Hice todo para convencerla de que al menos lo intentara pero ella se niega a hacerlo. Incluso dijo que ya no podía seguir teniendo encuentros contigo porque parece que conoció a un chico del cual está enamorado

-       Supongo que ya no puedo hacer nada – dije resignándome – aunque la ame, debo dejarla ir

-       Esa tipa no es para ti… yo te presentare a algunas amigas con quien puedes divertirte hermanito – dijo Tom y entonces Andy lo fulminó con la mirada